ESOS
SUFRIDOS PATRIOTAS
“En España lo mejor es el
pueblo. Siempre ha sido lo mismo. En los trances duros, los señoritos invocan a
la patria y la venden; el pueblo no la nombra siquiera, pero la compra con su
sangre.”
Antonio Machado, poeta
sevillano de la Generación del 98,
(1847-1939).
Esos sufridos patriotas, nobles
y entregados “mega empresarios”, que se han echado España a cuestas, para
salvarla de las hienas especuladoras extranjeras. Se rasgan sus carísimos
trajes, denunciando el derroche de dinero público que nos ha llevado a esta
crisis, exigiendo que los funcionarios públicos vayan a engrosar la cola del
paro, y erigiéndose como los salvadores patrios de la “Una, Grande y Libre”.
El dinero público, tan escaso y
controlado ya, debe fluir a los cauces que pasan por sus haciendas… Entiéndase,
a sus empresas, que son las que tienen a este Gobierno (y a los anteriores),
agarrado por los nobles atributos, y con la constante amenaza de que con sólo
toser, miles de puestos de trabajo pueden destrozar las estadísticas del paro.
Chantaje, mafia, crimen
organizado, tráfico de influencias, cohecho, prevaricación, malversación,
adjudicación fraudulenta… son términos cada vez más comunes para los españoles,
porque desayunamos, almorzamos y cenamos asistiendo a la peregrinación de
políticos corruptos y empresarios ebrios de poder, cogidos de la mano caminito
de los juzgados. La corrupción es ya sintomática, hasta la médula.
Podemos poner algunos ejemplos
de estos “salvapatrias”, que integran en su mayoría el elenco empresarial del
IBEX 35, y que son responsables del 74% del fraude a Hacienda. Tranquilos, si
algún avispado inspector les intenta investigar, ya se ocupa el Ministro
Montoro de destituirlo, (“sólo” van más de 250 de ellos en dos años de
legislatura).
Hablemos de Juan Roig, por
ejemplo, dueño de Mercadona. Este personaje, paladín del Partido Popular
Valenciano, (investigado en la trama Gürtel, y en el pago de comisiones a altos
cargos de la Generalitat), es el fiel reflejo del “señorito” denunciado por
Antonio Machado. Es el mismo que dijo que el modelo a seguir por los
trabajadores españoles era el chino. Vamos a ver cómo contribuye este patriota
a la asfixiada economía española, con sus productos Hacendado, emblema de sus
supremercados.
Las naranjas son importadas
todo el año, de Argentina (y eso que es valenciano, sus agricultores paisanos
deben estar la mar de contentos). El aceite es envasado por Sovena
(portuguesa), cuyo mayor accionista es Roberto Centeno, yerno del Sr. Roig.
Parte de ese aceite es de Túnez, y desde hace dos años, marroquí. Su yerno,
otro patriota, ha comprado miles de hectáreas en el norte de Marruecos (que
allí la mano de obra es más barata).
Los mejillones son de Francia.
Las almejas y berberechos son de Chile, al igual que las uvas. Las anchoas y
boquerones en vinagre son de Marruecos. Los cereales son franceses. Las
calabazas son de Panamá. Mercadona es la mayor importadora de España de leche
extranjera, portuguesa y francesa, pero envasada en nuestro país (ése es el
reclamo de la etiqueta). Al lanzar la de marca Hacendado a precios bajísimos,
entra en competencia desleal con las empresas españolas. De hecho, en Galicia,
en los supermercados del Sr. Roig están vetadas Leche Río y Leche Larsa
(gallegas). Asimismo, en Valencia están vetados los turrones de Xixona y
Alacant, así como las chufas valencianas. El arroz, producto emblemático
valenciano, no se comercializa en los productos Hacendado. Podría seguir, pero
se haría eterna la lista de despropósitos.
Otro patriota, el Presidente de
los Empresarios Madrileños, Arturo Fernández, está imputado por defraudar
millones de euros a Hacienda y pagar las horas extra e incluso nóminas a sus
trabajadores con dinero negro (sin declarar, vamos).
El anterior Presidente de la
CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, reposará en una cómoda litera de Soto del Real, al
caerle 26 meses de prisión y 99 millones de euros de multa, por fraude fiscal
en su empresa Aerolíneas Argentinas. Y es sólo la sentencia de sus muchos
procesos abiertos. Esto amén de los más de siete mil trabajadores que han ido
al paro, por arruinar y expoliar su grupo empresarial (Viajes Marsans, por
ejemplo). Qué gran ejemplo para el empresariado español. Qué broche dorado para
la Marca España en el panorama internacional.
Nada mejor para atraer a los
inversores extranjeros, que la imputación de los más grandes empresarios
españoles en la trama Gürtel y en el caso Bárcenas. Durante más de veinte años
han estado untando con millones de euros
(en negro, claro) al Partido Popular, el partido que nos gobierna, a
cambio de concesiones de obras públicas en las Comunidades Autónomas y los
Ayuntamientos donde gobernaba. ¿Qué inversor extranjero va a pujar en una
subasta que se sabe amañada, podrida, desde su pliego de condiciones? Esto es
Marca España.
Ninguno de estos salvapatrias
sacará a España de la crisis, abran los ojos. Por muchos contratos que acaparen
fuera de nuestras fronteras, esas ingentes cantidades de dinero terminarán en Gibraltar,
Belice, Liechtenstein, Suiza, o
cualquier otro paraíso fiscal. No, no serán estos mafiosos, envueltos en la
roja y gualda. Serán los pequeños y medianos empresarios y las cooperativas,
las que realmente sostienen la economía y los impuestos de mi país, los que nos
saquen de ésta. Pero son ellos, precisamente, los perseguidos por Hacienda, los
olvidados en los Presupuestos Generales del Estado, los que no han recibido
compensación o incentivos a la contratación. Son los engañados por Don Mariano,
El Padrino de esta película, a los que se prometió el oro, y han recibido… lo del moro.