NO
ME TEMBLARÁ EL PULSO
Hoy he visto ese triste corral de pollos en el que
políticos mediocres, tanto o más que los que nos gobiernan a nosotros, están
convirtiendo el Parlament de Catalunya…y la verdad, me ha dado vergüenza ajena.
Hora y media de pomposo discurso de Artur Mas, sin una sola mención a la
CORRUPCIÓN (maldita palabra), a ese 3% que le persigue como una plaga bíblica,
o a su maestro y mentor, el Sr. Pujol, al que recibían en Andorra con alfombra
roja…qué oportunidad para hacer borrón y cuenta nueva, para ilusionar al pueblo
catalán con la extinción de la lacra del robo del dinero público que los ha
llevado al callejón sin salida en el que están. Ni una palabra.
Hay una parte de la intervención que me ha hecho
saltar de mi silla, como un resorte, y ha sido cuando ese estirado asalta-talegas
ha dicho “…si me entregáis el gobierno de
Cataluña, no me temblarán las piernas, mi pulso será firme…” y se me han
abierto las carnes.
No sé a quién le roba usted esas frases tan
grandilocuentes, pero si me permite, esperpéntico capitán de un barco podrido
de corrupción, le mencionaré otra frase que me ha venido a la memoria y que se
le parece mucho a la suya.
“Me
entregaréis España y os aseguro que mi pulso no temblará, que mi mano será
siempre firme”.
¿Sabe usted quién dejó esta ominosa declaración de
intenciones para el recuerdo? Un señor con ideas un poquito fascistas tirando
más bien a nazis…Francisco Franco, en Madrid, en 1939. ¿Le suena?
Es curioso
que usted, firme defensor de la democracia y de la ley…(perdón, que me da la
risa), tenga argumentos tan parecidos a los de un repugnante dictador que dejó
esparcidos 180.000 cadáveres de demócratas por las cunetas de mi país. Debería tener
más cuidado con lo que lee, o al menos, guardarse sus credos para usted.
Espero
que no salga reelegido, si aún queda algo de razón y vergüenza entre los que
deben decidirlo. Deseo verle desfilar caminito de la Audiencia Nacional, con
los hierros en sus cuidadas manitas…a usted y a su séquito de chorizos, que han
expoliado Catalunya durante más de treinta años. No la pérfida y esclavista
España, no…usted, y los Pujol, y los del Palau, y los de las ITV, y los del
AVE, y tantos y tantos cuervos amantes del dinero de todos.
Un País, una nación, una casa, no se pueden levantar
sobre pilares podridos. Si los cimientos fallan, toda la estructura se vendrá
abajo. Señores que deben decidir el futuro del pueblo catalán: por una vez
desde que empezó esta sinrazón, piensen en ellos y dejen de mirarse el ombligo.