martes, 31 de diciembre de 2013

LA IRA DE JUAN DIEGO

LA IRA DE JUAN DIEGO

Ha llegado hasta mí esta entrevista que el programa de la SEXTA, "Números Rojos", realizó al actor sevillano Juan Diego, el 15 de octubre de 2013.. Es un gesto impresionante de valor, el airear públicamente el inconformismo, la rebeldía contra este sistema corrupto, máxime cuando él es un hombre que vive del espectáculo, del cine y del teatro, esas profesiones malditas para nuestro Ministro de Hacienda, el también andaluz (aunque no lo parezca por sus gestos con mi tierra) Cristóbal Montoro. 

Don Juan Diego, hombre que ya sufrió en sus carnes la dureza de la represión política de la dictadura de Franco,  tiene ahora la oratoria, la claridad de ideas y esa lengua ácida que otorga el contacto con la realidad de la calle. Sus canas, las arrugas que marcan su rostro, se hicieron esa noche más rotundas, más graves, al desnudar toda la ira que guardaba desde hacía años. El que quiera saborear una dosis de valor y de realidad, que lea detenidamente esta entrevista, porque hombres así, idealistas y comprometidos, son los únicos que pueden sacar a España del pozo en el que nos están metiendo este Gobierno ultraconservador y arrodillado ante los poderes económicos.

El actor sevillano analiza frente a la grabadora de Números Rojos las vicisitudes de esta época, la “menos humana” y “más indigna” de todas las que le ha tocado vivir. Medio siglo de sublimes interpretaciones en teatro, cine o televisión contemplan a uno de los más grandes de este país, que estos días representa “La lengua madre”, un texto de Juan José Millás, en el Teatro Español de Madrid.
Texto: David Losa.
Es de esas personas con las que te sientas a hablar y no percibes lejanía alguna. Ni por edad, ni por espacio vital, ni por las vivencias que han acompañado a la existencia de cada uno. Cuando uno se pone a charlar con Juan Diego (Bormujos, Sevilla; 1941) cuenta con la ventaja de saberse su rostro, de tener grabada su voz a fuego en la memoria de tantas películas, series, obras… Es, sin duda, una de las vacas sagradas de la actuación, pero también un ser humano que nunca ha renunciado a decir lo que pensaba, ni en los tiempos de la represión franquista ni ahora que expresa su impotencia ante un “adversario invisible”, que ataca con palabras vacías. De eso, entre otras cosas, va “La lengua madre”, el texto de Juan José Millás que se representa hasta el 10 de noviembre en el Teatro Español de Madrid.
Luchaste muchos años contra la dictadura. ¿No te parece más complicado hincarle el diente a este ‘enemigo’ tan disperso?
Sin lugar a dudas. Enfrentándote a la dictadura corrías peligro de muerte, inmediata y tangible. De hecho, cayeron compañeros en las manifestaciones. Ahora te matan de otra manera. El sistema anula las personalidades y las ideologías de una forma estudiada y sistemática. El problema es que no te das cuenta porque estás en una paranoia constante pensando en cómo sobrevivir. Pero te vas muriendo desde el momento en que te quitan la dignidad. Te llaman y te dicen pasa, miran tu currículum y te chulean, “¿con esto quieres trabajar aquí? ¿qué has hecho antes?”,  –“Pero señor, tengo 20 años”, – “¿Y qué?”. Entonces sales de allí temblando, con tu carrera y tus ‘nosecuantos’ cursos… Te anulan, y por otro lado te distraen: que si Twitter, que si el fútbol… Eres un bulto democrático, no un ciudadano.
Dices que antes salir a la calle era más peligroso, pero ¿no hacía más daño al poder?
Es verdad que ahora no escuchan, pero sirve. No hagamos caso a la falacia del señor Rajoy y su mayoría silenciosa. Salir a la calle hace que no nos durmamos, crea conciencia de que hay que pelear, de que siempre hay una esperanza contra ellos, aunque no solucione nada a corto plazo.
Y la “mala imagen exterior” que da tanta gente manifestándose en las calles…
Eso es una enorme mentira. Ya lo tienen todo hablado, cuánto vamos a pagar, cuándo… Juegan al despiste. Sale cada dos por tres De Guindos hablando como si lo supiera todo, bla, bla, bla… y te cuenta que el año que viene ya no habrá crecimiento negativo y mamarrachadas de ese tipo. Y mientras la gente se queda pensando en eso ya te la han metido por otro lado.
Eso enlaza con la “La lengua madre”, donde se alude a la perversa maraña del lenguaje…
Es que no dejan de introducir expresiones como cash flow, activos tóxicos… Yo no tengo ni puta idea de economía, pero antes con cuatro nociones de Keynes entendías el periódico. Incluso podías leer entre líneas. Todo lo que había alrededor era humanamente descifrable, no programado por ‘máquinas’ que determinan el destino de un país. Lo de ahora es la globalización de esa elite que gobierna el mundo. Están dando órdenes a sus capataces, que son los presidentes del Gobierno, los encargados de que trabajemos 14 horas, de que cobremos cada vez menos. Y de vez en cuando les preguntan “¿qué tal?”; “bien, está hecho, van entrando …”.
Veo que compartes una desafección política casi generalizada. Pero, ¿crees que es momento de no votar?
Eso es más complicado. No votar ha dado la mayoría absoluta al PP. Y, ¿cómo manejas los tiempos en que te toca vivir? La vida se pasa rapidísimo y la barbaridad que están haciendo estos, con total impunidad, es muy grande. Si no hubiese ganado el PP así habría sido más difícil para los mercados dar este golpe de Estado. Pero les hemos dado carta blanca.
¿No empezó antes ese ‘golpe de Estado’?
Claro, empezó en los años 70, cuando los bancos centrales dejaron de hacer su función y comenzaron a plegarse a los mercados. Ahí los mercados empezaron a crecerse, hasta que se hicieron con el poder absoluto de las economías nacionales. La globalización y la libertad de capitales ha precipitado todo, y cada día hay menos Estado. Parecíamos un país que iba a remontar el vuelo, con gente preparada, y nos están obligando a ser un país de camareros cultísimos, donde el que te sirve el café es licenciado y encima tiene que ocultarlo para que le den el trabajo.
Ahora que la valoración de los políticos es pésima, se tiende a destacar a los que hicieron la transición. ¿No se les ha idealizado?
Sí, la correlación de fuerzas políticas en la transición se hizo para que la izquierda no interviniese en los asuntos del país. Cuando se abre el melón democrático se produce una desideologización de los políticos. La mayoría deja de hablar de lucha de clases, de plusvalía… se entierran conceptos de la izquierda transformadora que no aparecen más, y que también van muriendo entre los ciudadanos.
Otro tema delicado es el de las identidades frustradas dentro del Estado…
Se falta al respeto continuamente en ambas direcciones, y mientras no se están cubriendo las necesidades básicas de la gente. ¿Es importante el tema? Sí, importantísimo, pero si no hay ciudadanos no hay nacionalidad. También hay mucho chovinismo, claro. Viajando se cura eso de “como Sevilla no hay ná”.

Dice Julio Anguita que un país con un 57% de paro juvenil no tiene futuro.
Con razón. Es que van directamente al matadero, sin haber empuñado el arma de la defensa ideológica, porque ya ni siquiera creen en los partidos. En nuestra época la situación era tan manifiestamente injusta que cuando te ponías enfrente te cargabas de razón. Ahora hay una mano invisible que te detiene en tu desarrollo humano y profesional. Están cometiendo uno de los mayores crímenes que se pueden hacer. Están gaseando ideológicamente a la gente.

¿En qué tienes fe?
En casi nada. En la razón, si acaso. Pero vamos, soy agnóstico de casi todo, hasta que me tocan los cojones y me hago ateo.
¿Ni siquiera en la política?
En la política en serio, no en esto que se está haciendo, que solo trae desgracias.
¿Haberte señalado ideológicamente desde joven te ha perjudicado?
Ya me lo decía mi madre, “no te metas en política”… Supongo que sí, pero otros no han hecho nada y les ha ido peor. Son decisiones que se toman y hay que ser coherentes.

¿Ha cambiado tu percepción del dinero?
En los últimos años sí, porque apareció un hijo, que ahora es adolescente, y me dije “hostia”, tú ya tienes una edad y un hijo, y hay que darle de comer, déjate de tanta bohemia.
Parece que la derecha disfruta llamando “estómagos agradecidos” a los artistas.
Ese discurso ha calado en un grupo determinado de la derecha. No hay nada en el mundo que no esté subvencionado. ¿A mí qué me enseña la Iglesia Católica más que a joderme la vida, y se le dan 3.600 millones de euros al año? Es una barbaridad que suban el IVA al 21% en los teatros y que en los toros y en el fútbol sea del 10. Pan y circo.

domingo, 29 de diciembre de 2013

¿EXPOLIO CONSENTIDO DE LA ENERGÍA?

¿EXPOLIO CONSENTIDO DE LA ENERGÍA?

“Los cántaros, cuanto más vacíos, más ruido hacen”
Alfonso X El Sabio, rey de Castilla y León, (1221-1284).

En septiembre, nuestro flamante Ministro de Industria, aprobó la enésima reforma de la energía, con coros y fanfarrias, y el firme propósito de controlar racionalmente el precio de la tarifa eléctrica. A principios de diciembre, un amenazante Ministro de Hacienda, daba el campanazo, al anunciar que en los Presupuestos Generales de 2014 no se recoge partida alguna para pagar los más de 3400 millones de euros prometidos a las empresas eléctricas, para compensar el célebre “déficit tarifario”.

Fue una decisión que le iba a ahorrar al Gobierno de Don Mariano un dineral, aunque quizás, sólo quizás, pecó un poco de iluso al dar por hecho que las Compañías se iban a quedar sin cobrar. ¿Quién va a pagar el pato? Los de siempre, por supuesto: el pueblo español. Aún fue más ingenua la escena con la cara de pasmados de ambos Ministros, tirándose de los pelos, cuando en la subasta de los precios de la energía, pocos días después, encareció un 26´5% su precio, lo que implicaba una subida para enero del 11´5% del precio de la electricidad. La subida más descomunal de la historia de España… buen trabajo Sr. Soria, buen trabajo, Sr. Montoro. ¿Saben por dónde se han pasado las Eléctricas la mayoría absoluta de su partido en el Gobierno?

Justo, por donde la espalda pierde su noble nombre. Me niego a aceptar su ingenuo enfado, negándose a aceptar lo evidente, que ellas y no el omnipresente Don Mariano son las que tienen la sartén por el mango.

Ahora, con una ficticia imagen de autoridad, el enérgico Sr. Soria denuncia a las empresas que se suponían controladas, por amañar la subasta y decreta una subida sobre el 3% de la electricidad para enero. Brillante, ¿por qué no empezó por ahí? En primer lugar, una subida así sigue siendo brutal, aunque parece un caramelito comparada con la del 11´5%, claro. Después, si le quedara un poco de dignidad, dimitiría por su ineptitud, porque usted, Sr. Soria, y su amigo de filas, el Sr. Montoro, son los que han provocado este bochornoso espectáculo ante Europa. Esto no castiga la Marca España, ni la seriedad internacional de nuestro Gobierno plagado de bufones. Lo que sí que castiga la Marca España es a las familias famélicas hurgando en los contenedores de basura, o el alcalde de Marinaleda ocupando pacíficamente fincas de terratenientes y del Ministerio de Defensa, para pedir que sirvan para dar de comer al pueblo hambriento. Eso sí, ¿verdad?

El Partido Popular nunca ha ocultado su desagrado por las energías renovables. De hecho, lo primero que hizo al llegar al poder hace dos años, fue terminar con las ayudas a investigación. Alemania, por poner un ejemplo, en los últimos cinco años ha multiplicado por diez sus instalaciones de producción de energía solar. Ahora, en 2013, supera once veces la generación de energía solar que produce España. Sólo un dato: Alemania tiene de media unos 100 días anuales de cielo despejado, y Andalucía, por ejemplo, con 310 días soleados.

Otro dato, a los tres días de la bochornosa subasta, la ciclogénesis que sacudió España disparó la producción de las centrales eólicas y el precio de la energía bajó un 70%
¿Suicidio energético? No. Ineptitud, estupidez de Ministros y Presidentes sin formación suficiente. Gente sin moral que sucumbe a la codicia, ante la promesa de un sillón en los Consejos de Administración de las mismas Eléctricas que ellos demonizan, pero a las que no tienen los arrestos de apretar las tuercas. No, Don Mariano, Soria o Montoro, ustedes hacen mucho ruido, como los cántaros vacíos, pero no tienen ninguna intención de atar en corto a las Compañías, de terminar con el expolio que están endosando al pueblo español. No tienen vergüenza, ni excusa, porque gozan ustedes de la mayoría absoluta más holgada de la historia de la democracia. Usted, Don Mariano, si quisiera, si fuese valiente y pensara en el bien de su pueblo, controlaría por decreto el precio de la electricidad, como medida excepcional. Cuatro millones de familias no perciben ayuda o subsidio alguno, seis millones de parados, quince millones de personas en el umbral de la pobreza… ¿No está justificado?

Si usted, Don Mariano, fuese hombre justo, honrado y sobre todo, valiente, nacionalizaría las Compañías que no se sometieran a un precio razonable de la energía, de tiempos de crisis, para un pueblo asfixiado por la crisis.

Tal vez esté usted y sus ineptos Ministros pensando, quizá, en ese lujoso sillón que les está esperando en Gas Natural (igual que el de Felipe González) o en Endesa (igual que el de José María Aznar. Da igual si están capacitados o no, como si no saben sumar, son sillones a los servicios prestados, por consentir que España tenga el suministro de electricidad más caro de Europa… y con la tarifa sin freno.
Es lo que se llama ahora “la puerta giratoria” de los políticos, tan defendida por el Partido Popular y el PSOE (Tanto Monta, Monta Tanto). Yo tengo otros nombres menos decorosos: MAFIA, CORRUPCIÓN, VERGÜENZA, SOBORNOS, CHANTAJES…





sábado, 14 de diciembre de 2013

LA ENFERMEDAD DEL IGNORANTE

LA ENFERMEDAD DEL IGNORANTE

“La enfermedad del ignorante es ignorar su propia ignorancia”
Amos Bronson Alcott (1799-1888) Filósofo de EE.UU.

En tiempos de la vieja República de Roma, lo mínimo que se exigía a uno de sus senadores era la ORATORIA, el bellísimo arte de expresar las ideas, y de responder con solvencia y convicción a las cuestiones que se le planteaban.

Si ese senador, por muy rico y poderoso que fuera, no daba la talla, era aburrido o defendía de manera impresentable sus propuestas, el resto del SENADO (incluidos sus compañeros de partido) le daban la espalda, en silencio, y permanecían así hasta que el abochornado tribuno abandonaba la sala (para siempre).

Ésta es, sencillamente, la postura que deberían adoptar los periodistas que asisten a las ruedas de prensa de nuestro aburrido e impresentable  Presidente carente de oratoria. Ya no voy a entrar en cuestiones políticas, de que sus decisiones están enterrando los derechos constitucionales que tanto costó arrancarles a los herederos del régimen del dictador Francisco Franco.

El mundo entero así, vería que la prensa, uno de los pilares fundamentales de la democracia, ha dicho “BASTA”, ha dicho “HASTA AQUÍ HEMOS LLEGADO”. El mundo vería que la prensa libre de este país, que usted, Señor Presidente, está convirtiendo en una república bananera, le da la espalda, en silencio… hasta que se marche de una vez. Usted ha convertido en sospechoso a todo aquél que se rebela contra su repugnante dictadura, ésa que paradójicamente le ha regalado el mismo pueblo español que le ha votado masivamente. Ese pueblo que asiste estupefacto, superado por la realidad diaria, que ve cómo usted en sólo dos años ha destrozado los derechos fundamentales que tanto dolor costó a los que se rebelaron contra otro dictador anterior a usted.

La decisión de hoy, 13 de diciembre de 2013, de seleccionar usted a quién le pregunta, conociendo previamente lo que se le va preguntar, tiene un nombre: CENSURA. Sencillamente, porque pone una mordaza a los que no piensan como usted, a los “incómodos”, esos desagradables periodistas que le hacen sudar, que consiguen ponerle nervioso y decir las paparruchadas que usted dice, entre tics de su cara. Usted, Señor Presidente, se merece de sobra que los periodistas libres de España le den la espalda. Pero esta medida no será efectiva si los que trabajan para medios de ultra derecha (no voy a citar nombres de sobra sabidos), no se giran a su paso, y participan de la pantomima de libertad de expresión que usted ejerce.

Líbrenos de su ignorancia. ¿Para qué asistir a este corralillo de comedias, en lo que se han convertido sus ruedas de prensa? Escriba usted directamente lo que quiere que se le pregunte y dele la nota a sus periodistas en nómina.


DIOS, QUÉ ASCO DE DEMOCRACIA ESTÁ USTED DEJANDO COMO HERENCIA.