VAMPIROS
DEL PARAÍSO
Hace
ya bastante tiempo que perdí la fe en los gobernantes que llevan el timón de mi
país. En realidad, nunca confié en el capitán de este barco sin gobierno
llamado España, entregado sin condiciones a piratas banqueros, empresarios sin
escrúpulos y políticos corruptos. Aunque sí que puedo afirmar, sin temor a
equivocarme, que no deja de sorprenderme día tras día. La pregunta es sencilla:
¿Cuál
es el MOTOR ECONÓMICO de España?
¿Alguien
duda de que sea el TURISMO?
Bien,
yo creo que salvo algún despistado, estamos todos de acuerdo. Pero,
inexplicablemente, esta sencilla ecuación se les escapa al andaluz Arias
Cañete, y al canario José Manuel Soria. “Lo
peor de la ignorancia es, que a medida que se prolonga, adquiere confianza”,
reza un antiguo proverbio árabe. La ignorancia es extremadamente peligrosa, y si
cabe, trágica en el cerebro de un ministro.
El
Gobierno Español aprobó a finales de 2013, cientos de prospecciones
petrolíferas a pocos kilómetros de las paradisíacas playas de las Islas
Canarias. También se autorizó el almacenamiento masivo de gas en el corazón del
Parque Nacional de Doñana y ahora, a partir de enero de 2014, se permiten las
prospecciones en el territorio con máximo grado de protección medioambiental de
Europa. La primera semana de febrero, los Ministerios de Industria y Medio
Ambiente, han autorizado las prospecciones petrolíferas justo en frente de la
Costa del Sol y del Parque Nacional del Cabo de Gata, también con máxima
protección medioambiental europea. Y ahora la guinda, la semana pasada se han
dado las bendiciones a la empresa escocesa Cairn Energy, para que realice más
de 500.000 prospecciones petrolíferas en las costas de Valencia, a sólo 47 kms
de las calas de blancas arenas y aguas de color turquesa de Ibiza y Formentera.
Ahí queda eso.
A
continuación expondré todos los argumentos ecológicos en contra de esta
salvajada. Pero antes, creo que una sola cuestión de sentido común debería
guiar los secos cerebros de nuestros ministros, antes de firmar semejantes tragedias
medioambientales. El motor de este país, el que está salvando la vida a
millones de empresarios (grandes y pequeños) y de trabajadores, es el turismo.
Y las decenas de millones de turistas que se dejaron sus cuartos en 2013 en
España, vinieron buscando las mejores playas de Europa, las calas casi vírgenes
de aguas cristalinas, los paraísos llamados Canarias y Baleares, y esos tesoros
de la naturaleza llamados Doñana y Cabo de Gata. ¿Qué les habrán ofrecido las
Repsol, Cairn o Gas Natural a nuestros ministros, para poner en peligro la
principal fuente de ingresos de mi país? ¿Jugosos sillones en consejos de
administración, quizá? El tiempo me dará o me quitará la razón, pero
últimamente, suelo errar poco en lo concerniente a la catadura moral de los
“honorables” y patriotas “grandes hombres” que nos gobiernan. Ya veremos.
Ni
que decir tiene que una familia que venga buscando una cala virgen, perdida en
los acantilados de Ibiza, si se encuentra esas blancas arenas manchadas de
galletas de chapapote, o el horizonte mancillado con una columna de humo que
emerge de una torre petrolífera… sencillamente, el año próximo no volverán.
Sólo este argumento debería hacer desistir a las neuronas pasmadas de Soria y
Cañete, y si no reaccionan, a su jefe, el inteligentísimo (lo digo por el
brillo de sus ojos) Sr. Rajoy.
En
cuanto a la lógica medioambiental, es inexplicable que nuestros ministros sigan
adelante con la destrucción de nuestros tesoros turísticos, sin hacer casos a
los científicos, ecologistas, y alcaldes de las ciudades, que saben lo que se
juega en esta partida de póker. Parece mentira que a Soria, canario de toda la
vida, se le escape que las prospecciones en su tierra, se están realizando a
menos de 50 kms de las playas orientales de Lanzarote y Fuerteventura. Parece
tener muy mala memoria (cada vez más común), para recordar que desde 1976,
estas dos islas han sufrido miles de terremotos marinos, cientos de ellos con
más de 3 grados Richter, y durante la erupción del volcán submarino de El
Hierro, dos con 4,5 grados. Si se encontrara petróleo, se instalaran torres
petrolíferas y uno de estos terremotos afectara a la extracción… ¿qué
pasaría? ¿Se imagina el que me lee, los
efectos de una marea negra sobre el turismo de las Islas Afortunadas?
Devastador, catastrófico.
Otro
ejemplo de despropósito. Las prospecciones en el Mar de Alborán, justo delante
de la Costa del Sol y el Cabo de Gata, se están efectuando sobre zona sísmica
activa. El 16 de julio de 2012 se localizó un terremoto en el Mar de Alborán, a
44 kms de la costa de Almería, de 3,8 grados Richter, seguido de centenares de
réplicas de más de 3,5 grados. Justo en la línea de prospecciones confluyen las
placas tectónicas de Africa y Europa Meridional. Muy cerca de allí, en pleno
paraíso terrenal, el Parque Nacional de Doñana, se está extrayendo gas. También
esta actividad se está haciendo ninguneando los informes científicos que dan fe
de que más tarde o más temprano, habrá un gran terremoto en la Falla del
Guadalquivir o en el Golfo de Cádiz. Ya hubo uno de 5,2 º en Granada el 9 de
enero de 2013, sin olvidar el de 1884, de escala 6,7 y que ocasionó más de 1000
muertos (también en Granada). La zona del Estrecho de Gibraltar y costa
portuguesa ha sufrido grandes maremotos, sólo hay que recordar el de Lisboa de
1755, con más de 100.000 muertos, y que produjo un gran tsunami que arrasó
Cádiz y se adentró por el Guadalquivir hasta Sevilla. ¿Cuál sería el efecto de
un cataclismo así en las torres petrolíferas costeras? La muerte del turismo
por partida doble, primero por el tsunami, y segundo (la puntilla) por la
terrible marea negra.
Sigamos.
Las prospecciones autorizadas ahora en las costas valencianas, a menos de 50
kms de Ibiza y Formentera, se llevarán a cabo con más de 500.000 explosiones
sonoras de 250 decibelios cada 10 segundos. Encuentren lo que encuentren los
escoceses, ¿saben cuál es el primer efecto de esta práctica? La muerte de miles
de cetáceos (delfines y ballenas) por la onda sonora. La emigración de especies
completas de peces y la drástica reducción de la actividad pesquera de la costa
mediterránea. Nuestro Ministro de Medioambiente ha guardado en un cajón los
informes desfavorables de los científicos del CESIC y ecologistas, y sólo
admite los de Cairn Energy (la empresa explotadora), que son los que de verdad
entienden, y los que van a vigilar de que no muera ni una sardina en aguas
valencianas. Estoy seguro de que si aparecen ballenas muertas en alta mar, al
lado de sus torres, van a parar la actividad y a informar a los medios de
comunicación. Qué duda cabe.
Pero,
mira por donde, también aquí nuestros ministros parecen olvidar los terremotos
(algunos de escala 4º) que se generaron con las primeras prospecciones en la
costa de Castellón. También parecen obviar que el mayor terremoto de Europa en lo que va del siglo XXI fue muy cerca de allí, en Lorca, justo al final de la Falla del
Guadalquivir. Poniéndonos un poco tremendistas, sin pasarnos, ¿qué efectos
causaría un terremoto en las playas de arena blanca de Valencia, Castellón,
Alicante, Ibiza o Formentera, tras la más que esperada marea negra?
¿Apechugarían nuestros ministros con la responsabilidad de haber autorizado la
instalación de esas torres petrolíferas en zona sísmica? Palabras malditas para
los gobernantes españoles: RESPONSABILIDADES POLÍTICAS.
Me
viene ahora a la memoria esas imágenes de la tragedia del tsunami de Japón, con
la central nuclear de Fukushima soltando toneladas de agua radiactiva al Océano
Pacífico, y haciendo tragar saliva a media Asia, ante la posibilidad de
explosión nuclear. El mundo no ha aprendido nada. Los empresarios y políticos
corruptos que autorizan estas salvajadas medioambientales no van a estar allí,
cuando la tragedia nos sacuda, ni tampoco serán responsables de nada.
La
lección que el mundo debió aprender es… ¿Qué hacía esa central nuclear en
primera línea de playa, en la zona sísmica más peligrosa del planeta, y con
mayor riesgo de tsunami del mundo? ¿Se ha desactivado? NO, allí sigue,
orgullosa, y largando al mar dos toneladas y media de residuos radiactivos
diarios, y al mundo no parece importarle. Si algún día, ojalá yo no lo conozca,
algo parecido ocurre aquí, y los paraísos de aguas cristalinas y arenas blancas
de mi país, son engullidos por la muerte negra… posiblemente se repita la
pregunta. ¿Qué hacían esas torres petrolíferas ahí? ¿Quién va a pagar por esto?
¿Rajoy, Soria, Cañete? No, se fumarán un buen habano, desde sus sillones de
asesores de Repsol, Gas Natural o Endesa, orgullosos, soberbios, inmunes a la
justicia, como auténticos vampiros del paraíso.