EL
SILENCIO DE LOS INOCENTES
“Nada envalentona tanto al
pecador, como el perdón”
William Shakespeare
(1564-1616), escritor inglés.
Se
veía venir. Y no por esperado, el desenlace de este caso se antoja menos vergonzoso.
La imagen internacional de mi país, que tanto trabajo ha costado labrar a lo
largo de treinta años de democracia, se
desmorona como un castillo de naipes. Da igual que estemos en el punto de mira
del Tribunal Penal Internacional, del Observatorio de Crímenes contra los
Derechos Humanos de la ONU, de las Asociaciones de Jueces Europeo… da igual. Al
Gobierno de mi país sólo le importa dejar claro que jamás traiciona a los
suyos, a los que gobernaron España con puño de hierro durante cuarenta años, a
los “padres” de muchos “demócratas” del CENTRO- DERECHA. Sólo hay que hurgar un
poco en el ADN, para dejar patente que muchos de los que hoy ocupan lujosos
sillones en el Congreso, son herederos de la Dictadura.
El
Ministerio Público Fiscal del Estado Español se opone formalmente a la
extradición a Argentina del ex inspector de Policía Antonio González Pacheco
(alias Billy el Niño), al considerar que las torturas y abusos, cometidos
durante la dictadura franquista, han prescrito. Resumiendo, que se rechaza la
petición de extradición de la jueza argentina María Servini, y se le deja claro
que de ser juzgado, se le juzgará en España. Ya han manifestado también, tanto
el Ministro de Justicia, el Sr. Gallardón, como el Fiscal, Pedro Martínez
Torrrijos, que tanto Billy el Niño, como
el ex guardia civil Jesús Muñecas Aguilar (Capitán Muñecas), compañero de torturas,
están amparados por la Ley de Amnistía de 1977.
Ya
a Billy el Niño dicha ley le conmutó la condena por abusos, maltrato,
pertenencia a grupos paramilitares y complicidad en los asesinatos de los
abogados de Atocha. Así que creo que debe estar ansioso por ser juzgado aquí,
en la España que me toca vivir hoy, porque sabe que está protegido, que jamás
va pisar la cárcel, que su impunidad sigue intacta, que el daño que causó no
será castigado.
Nuestro
Gobierno parece olvidar que España firmó hace ya muchos años, como la inmensa
mayoría de las democracias del mundo, la adhesión a la Asamblea General de la
ONU, y el acatamiento a las leyes para la defensa de los derechos humanos de su
Carta Magna. También parece fallarle la memoria, cuando el Tribunal Penal
Internacional le recuerda a Gallardón, que los crímenes contra la humanidad no
prescriben jamás, pueden ser juzgados en cualquier momento y por cualquier
estado afiliado, y no conoce fronteras. ¿Ha quedado claro? Pues a nuestro
Ministro de Justicia le cuesta trabajo pillar la idea… o quizá es sordera. Tal
vez su problema sea más… doméstico, ya que después de la solicitud formal de la
jueza argentina de cuatro extradiciones de torturadores de la dictadura
franquista, el siguiente en la lista es el ex Ministro de Gobernación de
Franco, Rodolfo Martín Villa. ¿Quién es Don Rodolfo? El suegro de Alberto Ruiz
Gallardón. Con la parienta hemos topado, querido Sancho.
Los
antecedentes que hacen pensar a las víctimas de la dictadura, que esta causa
está perdida aquí, en España, antes de llegar al tribunal, podemos citarlos en
rápido repaso. El 27 de enero de 2014,
el Senado Español celebró un acto de conmemoración del Holocausto y de defensa
de los derechos humanos. La Plataforma para la Comisión de la Verdad sobre los
crímenes del franquismo, así como todas las Asociaciones de Memoria Histórica,
o de Víctimas de la Dictadura, fueron vetadas a pesar de ser invitadas por
Izquierda Unida. Ni una sola mención o reprobación en el acto, a la alianza de
Franco con Hitler, al bombardeo de Guernica, o a los más de diez mil republicanos españoles muertos en campos de concentración nazis.
El
Gobierno de Rajoy retira todo el presupuesto a la Ley de Memoria Histórica y se
paralizan todas las exhumaciones e investigaciones de fosas comunes de la
Guerra Civil y la Dictadura.
No
se ha retirado en los dos últimos años ni uno solo de los más de 800 símbolos de la Dictadura,
que todavía decoran las fachadas de edificios públicos del Gobierno, sobre todo
en Madrid.
El
Ministerio de Defensa prohíbe en 2012 la investigación de los archivos
militares desde 1936 a 1968.
El
Partido Popular, con su mayoría absolutista, rechaza en septiembre de 2013, la
propuesta de ley, para prohibir los homenajes vinculados al nazismo, o la
exaltación de líderes de ideologías fascistas y antidemocráticas.
En
2013, el Ministerio de Defensa condecoró a oficiales de la División Azul y
altos mandos militares de la dictadura, saltándose a la torera la Ley de
Memoria Histórica.
La
lista de agravios a las víctimas (en España las hay de primera y segunda clase),
de primera las del terrorismo de ETA, y de segunda las de la dictadura de
Franco, podría ser interminable, así que voy a terminar con una genial frase de
ese portento humano y sabio, que fue el maestro José Luís Sampedro.
“Se
puede llegar a permitir que una bota te pise el cuello, pero jamás se puede
aceptar el lamer esa bota”.
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