sábado, 19 de enero de 2013

LA CAÍDA DE LOS DIOSES


LA CAÍDA DE LOS DIOSES

“En política se está en contacto constante con la mugre y hay que lavarse a menudo, para no oler mal”.

Enrique Tierno Galván, político español, 1918-1986.

Parecían premonitorias las duras palabras de un hombre sabio, querido por el pueblo, de uno de los mejores políticos de la historia de España. Él, uno de los padres de la democracia, de las libertades que poco a poco ahora nos están robando, si se levantara de la tumba volvería a encerrarse en su ataúd. La vergüenza volvería a matarlo, al contemplar asqueado, lo que sus sucesores han hecho con su querido país.

Cuando los españoles creíamos que la corrupción y nuestro descrédito internacional habían tocado fondo, otro tsunami político nos hunde aún más en la miseria. Como una maldición bíblica, la hemeroteca devuelve a estos aspirantes a dioses inmortales en los que se han convertido nuestros gobernantes, a La Tierra. Obligados a dar explicaciones, a humillarse públicamente, presos de la memoria de sus propias palabras.

Pero las cosas han cambiado. Nuestros políticos de hoy no son aquellos que desafiaron a una rancia y despiadada dictadura. Son una casta de intocables, atrincherados en sus mayorías absolutistas. Son unos insensibles que vomitan sin complejos su soberbia en la televisión, cuando el pueblo que les otorgó sus privilegios, les exige responsabilidad.

El “honorable” Luís Bárcenas fue senador, tesorero y gestor de las finanzas del Partido Popular durante 28 años. Este personaje, defenestrado ahora por los mismos que defendieron su inocencia, por los mismos que consiguieron expulsar de la carrera judicial al juez que destapó toda esta podredumbre en 2009, manejaba hasta el último euro que circulaba por la Calle Génova. Ahora, acorralados tras el escudo de la gaviota, esos vergonzosos representantes  de la “marca España”, recurren a la doctrina de los tres monos: nadie vio nada, nadie oyó nada, ni nadie va a decir nada.


En su mafioso concepto del poder, ahora estos líderes piensan que el pueblo español sencillamente es imbécil. Los Rajoy, Cospedal, Arenas, Sáenz de Santamaría y demás sanguijuelas del sistema, quieren hacernos creer que Bárcenas despistó 22 millones de euros al partido, los ingresó en 4 cuentas en Suiza y EE.UU., y que nadie sospechó nada.

Tienen la desvergüenza de decirnos que este excremento de la política, que ha presentado pruebas de que entregó sobres con cantidades de 5000 a 15000 euros al mes a los altos cargos del PP durante 28 años, no inspiró duda alguna de su legalidad. Claro, es lógico que todos callen, especialmente los que trincaron, porque esos dineros, no eran declarados a Hacienda, eran de la caja B del partido, era dinero negro. Los Fraga, Aznar, Rajoy, Arenas, Acebes, Cascos, Cospedal y demás morralla, no sólo consintieron y (según Bárcenas) aceptaron estos sobres, sino que, como presidentes y secretarios generales del Partido Popular durante 28 años fomentaron la corrupción, las comisiones ilegales y las cuentas encubiertas entre sus filas.

Para estos hijos de la corrupción, ellos están por encima de las leyes…ésas mismas que aplican con todo rigor contra el desgraciado albañil que es “trincado” por un inspector de Hacienda, haciendo chapuzas sin darse de alta. Ellos, los mafiosos, no pueden admitir que vieron, oyeron o aceptaron esos golosos sobres, porque desde ese mismo momento se acabarían sus asquerosas carreras políticas.

En 2009 un juez valiente se atrevió a destapar toda esta basura, se enfrentó abiertamente contra la mafia política que hoy nos gobierna, y señaló con el dedo a los que manejaban las cuentas negras del partido Popular. Tres años después, a pesar de haberse demostrado ya que tenía razón, sólo una persona ha sido condenada por el Caso Gürtel: el ex juez de la Audiencia Nacional, D. Baltasar Garzón. Creo que ya es hora de que de una vez por todas, se haga justicia de verdad, y se restituya su honor.

“Si la justicia existe, tiene que ser para todos; nadie puede quedar excluido, de lo contrario ya no sería justicia”.

Paul Auster, escritor y poeta estadounidense.

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