domingo, 27 de enero de 2013

SEVILLA, ¿EN MANOS DE QUIÉN ESTÁS?


Sevilla, ¿en manos de quién estás?

“Dadme dos líneas escritas de puño y letra por el hombre más honrado, y encontraré en ellas motivos para hacerlo encarcelar”.
Cardenal Richelieu (1585-1642), cardenal, noble y político francés.

El poder en su forma extrema, no se puede representar mejor que en esta frase del que fuera primer ministro del mediocre Luís XIII. Él fue el inventor de los modernos servicios secretos, adaptando las artes de la inquisición francesa a la eficacia de su “policía secreta”. Nada, absolutamente nada escapaba a su control en Francia. El poder absoluto.

Ese mismo poder es el que goza en estos tiempos el Partido Popular en España: Rajoy en el país e Ignacio Zoido en Sevilla, con una mayoría “absolutista”, que les otorgó un pueblo engañado y abandonado a su suerte. Ambos han tirado a la trituradora de papel sus programas electorales, ambos siguen la doctrina de los tres monos: “no veo, no oigo, no hablo”, y ambos están asistiendo al despertar de la rabia de sus ciudadanos. Algo está cambiando. Los suyos, los engañados, se están echando a la calle junto a los que sabíamos lo que estos dos pájaros iban a hacer cuando gobernaran.

La organización Transparencia Internacional España elabora un informe anual, en el que se mide el grado de acceso a la información y de satisfacción de ciudadanos, comerciantes, empresas y periodistas, de los 110 consistorios más grandes de España. En 2009, Sevilla obtuvo una calificación de 93,8 puntos sobre 100; y en 2010, un 82,5, bajo mandato de PSOE/IU. En 2012, la calificación ha sido de 56,3, en el primer año de mandato del Partido Popular. Hemos pasado del puesto número 7, al 80 en sólo un año. Creo que sirve para dar testimonio de la degradación de la imagen del alcalde para sus conciudadanos.
Él, D. Ignacio, borracho de poder, ansioso de ganarse la confianza de sus jefazos (Arenas y Rajoy), fue el primer alcalde de España en aplicar los recortes y medidas de austeridad impuestas desde Madrid. Vamos a hacer un rápido repaso a los “logros” de su primer año y medio de gobierno.

Dio su palabra a los trabajadores municipales de que no iba a menguar la plantilla, porque ya de por sí era exigua para el servicio público que merecía Sevilla. A día de hoy, 800 interinos y eventuales han ido a engrosar las listas del paro. La falta de personal es dramática ya en Mantenimiento de Edificios, donde el Servicio de Limpieza, por ejemplo, carece del 60% de sus operarios. Colegios públicos de más de 1000 alumnos, han pasado de tener cinco limpiadores a dos. Mantenimiento Eléctrico, contaba con 31 operarios en 1992, con 25 en 2011, y con 12 en 2013, para atender a 317 edificios públicos. No se cubren ni las bajas, ni las jubilaciones.

Se han recortado los presupuestos de material en más de un 50%, la flota de vehículos se cae a pedazos (pero por arte de magia, incomprensiblemente, siempre pasa la ITV en el Centro de La Rinconada) pero se exige a los trabajadores públicos la misma eficiencia que hace un año y medio. Eso sí, dinero debe haber, porque la contratación a empresas privadas en Parques y Jardines, Limpieza, y demás servicios ha crecido en el mismo porcentaje.

Asuntos Sociales, Cementerio Municipal, Talleres de Empleo…no queda un solo organismo del ayuntamiento que no haya sufrido su tijeretazo y, lógicamente, su servicio a los sevillanos. Las bibliotecas públicas sólo abren en turno de mañana, por falta de personal. 
Con este panorama, no debe sorprender que LIPASAM, TUSSAM, MercaSevilla y todo el personal del Ayuntamiento de Sevilla le hayan declarado la guerra abierta a un alcalde indigno que, amparado en su mayoría absolutista, ha decidido condenar a la extinción a sus trabajadores públicos. La mejor excusa para que una horda de empresarios y amigotes de tu partido se queden con la tajada de “lo público”, es convencer al pueblo de que no funcionan por su desidia y vagancia. Yo soy trabajador público y estoy orgulloso de mi trabajo, de la labor social que desempeño y de haberme ganado mi puesto de trabajo en un examen con miles de aspirantes.

 Y soy yo, y miles como yo en Sevilla, los que hacemos que esta bellísima ciudad funcione, a pesar de las trabas que usted nos pone, Sr. Zoido. Y son miles los que va a tener usted delante de la Casa Consistorial, la casa del pueblo sevillano que usted ha convertido en su república bananera, exigiendo que cambie su política o se vaya. Los 5000 euros que quiere robarnos ahora a los trabajadores municipales, modificando a su antojo los conceptos de productividad, dedicación, paga de marzo, y premio extraordinario (consolidado desde hace más de un siglo), es la gota que colma el vaso. Es usted indigno de dirigir a su plantilla, Sr. Zoido, porque nos ha hecho culpables de su ineptitud y de su falta de entereza para defender a los sevillanos y a sus trabajadores, en vez de los intereses de su podrido y corrupto partido político y sus empresarios afines.

Tal vez por esto, porque la Casa Consistorial, la Casa del Pueblo, desde hace unos meses se ha convertido en la ventana en la que los sevillanos airean su furia contra usted, se ha convertido en el primer ayuntamiento de España en el que se prohíbe grabar a los ciudadanos en los Plenos. Triste honor para un demócrata, Sr. Zoido, no le gusta que en You Tube cualquiera pueda comprobar el circo en el que usted ha convertido mi ciudad. ¿Qué será lo próximo? ¿Hacer los Plenos a puerta cerrada? Ya le ha tomado ventaja el Presidente de la Comunidad de Madrid, el Sr. González, otro corrupto como bastantes "señores" de su partido, aficionados a los sobres de 10.000 € en dinero negro, mientras persiguen a los desgraciados que te hacen una chapuza sin factura.

Ha metido a plazo fijo en un banco los 22 millones de euros que se ha ahorrado con nuestra paga de navidad. Ésa misma que ha cobrado usted y sus secuaces, porque “ustedes no son funcionarios”. Nos debe las pagas de las fiestas primaverales de Semana Santa y Feria de 2011 y 2012 (también están a plazo fijo en el mismo banco). Ha inaugurado nuevos chiringuitos municipales, para ampliar la plantilla con cientos de bocas agradecidas con el carnet del PP. No es suficiente ya que en el Consorcio de Turismo, en los Distritos y Talleres de Empleo ya no quepan más de los suyos. Recuerdo que estando usted en la oposición, prometió a los sevillanos que no tendría 115 cargos de confianza, como Monteseirín…y lo ha cumplido. Ahora tiene usted más de 200, como el Sr. Cortés, el padre de la pobre Mariluz, que fue fichado a bombo y platillo durante las elecciones, por más de 60.000 euros anuales. Pues bien, yo y muchos como yo, que trabajamos en edificios públicos sabemos cómo funciona esta farsa.

Yo he estado en el último año decenas de veces en el edificio donde trabaja este señor… ¿y saben en cuántas ocasiones lo he visto en su despacho? Nunca. Ni una sola en un año, y consultando a compañeros, no aparece en semanas por allí. Eso sí, del sueldazo que cobra de los sevillanos, de eso sí se acuerda. Y esto es sólo un ejemplo de esas sanguijuelas que usted tiene en nómina, y que se sirven de la política para enriquecerse y no para servir al pueblo… porque ésa sí que es tarea de nosotros, los funcionarios.

“El hombre justo no es aquel que no comete injusticia, sino el que pudiendo ser injusto, no quiere serlo”.
Menandro de Atenas (342 aC-292 aC),dramaturgo griego.

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