martes, 3 de septiembre de 2013

EL SUEÑO DE LA ATLÁNTIDA

EL SUEÑO DE LA ATLÁNTIDA

Hace mucho, mucho tiempo que se lo debía. Idealistas como él, como yo, son los que han enderezado la historia del mundo… y no es falsa modestia, es que sinceramente, creo que este país en el que me ha tocado nacer, necesita más que nunca un poco de idealismo, de utopía, de sueños convertidos en realidad.

Mi artículo de esta noche noctámbula, está dedicado a mi buen amigo Dani (ese encantador loco trianero,  buscador de ectoplasmas, y amante de la vida). Él me puso sobre aviso hace poco más de un mes y yo, ingenuo de mí, no di crédito. El día 3 de julio de 2013,  a las 21:30 horas, el canal de televisión National Geographic estrenó un documental espectacular. Se titulaba “En busca de la Atlántida”.

No era uno más de esos documentales de relleno. La diferencia, esta vez, era que Richard Freund, arqueólogo de la Universidad de Hartford de Connecticut (EE.UU.) pregonaba haber encontrado pruebas concluyentes del descubrimiento de la metrópoli mitológica, en las marismas de Hinojos, en el Parque Nacional de Doñana, Huelva, Andalucía, España. No sólo eran palabras vanas, venían apoyadas con los estudios  del físico alemán Rainer W. Khüne, experto en arqueología topográfica por satélite. El CSIC español, espoleado por estos científicos, lideró una investigación en 2004, con gente prestigiosa como Claudio Lozano o Juan Antonio Morales, arqueólogo-historiador y geólogo-geógrafo de la Universidad de Huelva, respectivamente. Digo esto, porque no es una teoría más sobre la quimera de Atlantis… jamás en la historia de la humanidad, se había estado tan cerca de encontrar pruebas de restos arqueológicos, que confirmaran los escritos de “Timeo y Critias” de Platón. De hecho, los que suscribieron esa investigación, están convencidos de que lo que han descubierto en las marismas andaluzas y el fondo marino de la Bahía de Cádiz, es Tharsis, Tartessos y muy probablemente… la Atlántida. O el reflejo mitológico de ella, de haber existido, claro.

La cuestión es…las prospecciones comienzan en 2004. Las conclusiones, absolutamente esperanzadoras se firman en 2009, y el documental no se estrena en National Geographic Channel hasta julio de 2013. Nueve años, para levantar la voz, para gritar a los cuatro vientos que hay una remota posibilidad de que Atlantis esté donde se sospechó siempre: en Andalucía, más allá de las Columnas de Hércules, en tres islas concéntricas rodeadas de marismas (Lago Ligustino), con un solo canal anchísimo (valle del Guadalquivir hace 10.000 años), que comunica la ciudad con el Mar Máximo, el inexplorado (Océano Atlántico).

Como digo, la cuestión es… ¡por qué, después de nueve años, yo me tengo que enterar por mi amigo erudito Dani de tal descubrimiento, y pongo cara de pasmado?
¿Por qué, tras este hallazgo, el Gobierno Español retira todos los fondos de investigación al CSIC, y condena el descubrimiento arqueológico más importante de la historia de la Humanidad (de confirmarse), al silencio, a la oscuridad?

Aunque lo que está enterrado en los lodos de Doñana  y los fondos marinos de Huelva fuese Tartessos, y no la Atlántida, sólo eso bien valdría el presupuesto asignado, porque estaríamos hablando de la primera gran civilización de Occidente, anterior a Roma o Grecia. Estaríamos hablando de convertir lo mitológico en histórico.

Pero yo voy más allá. Islas como Creta, viven de la leyenda de Atlantis (personificada en su impresionante Templo de Knossos), por el turismo originado por los escritos de Platón, a pesar de que la comunidad científica la da ya por descartada. Sólo el descubrimiento de Tartessos (no digamos ya la Atlántida) implicaría un gigantesco ingreso de euros turísticos en nuestra paupérrima economía, y un espaldarazo de la arqueología española a la primera plana científica a nivel mundial. Me ha tocado nacer en Andalucía, en España, y me siento orgulloso por ello, pero determinadas acciones de los botarates corruptos que me gobiernan, hacen que me avergüence (muy a pesar mío) de mi país. Y sé que suena duro, pero así me siento.

Como digo, voy a justificar mi sentimiento. Nuestro Ministro de Medio Ambiente, Arias Cañete, acaba de sacar adelante su Reforma de Ley de Costas, una monstruosidad que permite construir a 50 metros de la orilla del mar, y prácticamente elimina el tránsito público por nuestras playas, y da pie a la privatización de nuestra costa. Y lo más sangrante, permite la edificación salvaje en zonas de marismas y salinas, con lo cual deja en manos de políticos y empresarios corruptos a zonas históricamente vírgenes y antes protegidas, de mi amada tierra andaluza.

También este verano, nuestro honorable e incorruptible Ministro, aprobó la concesión a Gas Natural de de las prospecciones de siete nuevos pozos y la construcción de 24´5 Kms de gasoducto… atravesando el Parque Nacional de Doñana. Da igual que Greenpeace, Equo, Izquierda Unida, UNESCO y la Secretaría de Medio Ambiente de la Unión Europea le recuerden a nuestro Gobierno que esa zona es el Parque Nacional de Doñana, y goza de la máxima protección medioambiental. Sencillamente, se lo han pasado por el forro. Da igual que los acuíferos del parque nazcan allí donde ahora van a almacenar miles de toneladas de gas licuado. Da igual que el futuro del lince ibérico y cientos de especies en vías de extinción se vayan a freír espárragos. Da igual que el mayor hallazgo arqueológico de la historia de Occidente, no llegue a confirmarse por el vil metal, por la puñetera avaricia del típico político “untado” por la típica mega empresa energética sin escrúpulos.

Sí, porque da la casualidad de que la zona en la que Gas Natural se ha empeñado en actuar, está justo en las marismas al sur de Hinojos, en el centro de la zona estudiada por los científicos del CSIC. ¿Es posible que la mitológica ciudad de Tartessos, o la aún más idílica de Atlántida, jamás vean la luz por los intereses de un grupo de podridos personajes del negro empresariado español? En España, tristemente, sí. Porque de hecho, el CSIC no tiene ni presupuesto ni autorización de nuestro Gobierno del PP, para sacarnos de dudas y empezar la excavaciones, ni siquiera con el apoyo económico  de National Geographic, que ya se ha brindado. Dicho esto, nuestro Ministro no puede esgrimir motivos de presupuesto.

Mira que si nada más ponerse a cavar, estos melenudos hippies dan al traste con un proyecto que va a hacer a Gas Natural y nuestro Ministro (está claro en qué Consejo de Administración va a terminar) más asquerosamente ricos…

Por lo pronto, la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ha paralizado el proyecto, mientras pueda, sólo por aquello de tocarle las “maracas” a Rajoy, y por haber aprobado una ley que limita la servidumbre pública a 500 metros de la orilla del mar. Pero ya la empresa ha puesto toda su artillería en juego, azuzando a nuestro ex Presidente Felipe González a dar dentelladas a sus amigotes del PSOE, para ver si aflojan un poco la cuerda… que para eso lo hicieron Consejero hace un año, por 210.000 euros anuales. Eso hace olvidar muchas antiguas voluntades socialistas, como las que predicaba hace una década este impresentable corrupto de ahora. Poco cariño le cogió este personaje a las maravillas naturales que alberga Doñana, en sus muchos veraneos en su Palacio de las Marismillas.

También da asco del repugnante servilismo de los medios de comunicación, que tanto los de derechas como los supuestos progresistas, guardan silencio ante este escándalo, como fieles mamporreros de sus adinerados dueños mafiosos (el empresariado español y los podridos Partido Popular y PSOE, lobos de la misma camada).


Está en peligro el parque nacional más bello y peculiar de Europa. Está en peligro el descubrimiento de las ya no tan míticas Tharsis bíblica o riquísima Tartessos. Está en peligro el sueño de millones de utópicos que aspiramos algún día a visitar las ruinas de la Atlántida, en suelo andaluz. Y todo, por el vil metal, por el corazón podrido del hombre, por la asquerosa mafia política que gobierna mi país desde hace más de treinta años. Qué razón tenía mi buen amigo Pedro (otro loco amante de leyendas tartéssicas), cuando me aseguraba “que estábamos en el umbral de un cambio de régimen”… Hoy te lo confirmo, compañero, pero quizás vivamos lo suficiente tú y yo, para ver cambiar de bando al miedo. Ojalá…

3 comentarios:

  1. Una vez más, las corruptelas políticas alargan sus tentáculos para mantener oculto nuestro pasado, nuestra historia, siempre al servicio del Poderoso Caballero. Y una vez más, el Último Defensor Andalusí que nos queda sale al paso para denunciar la inmundicia que corroe nuestras instituciones y convertirse en el Paladín de la Cultura y la Verdad, oculta entre siglos de historia andaluza, tartésica y, por qué no, atlante. Seamos cautos ya que, hasta ahora, los hallazgos preliminares certifican "solamente" que hay restos de actividad antrópica en la zona, pero dejemos también volar la imaginación pues los indicios y las piezas que, aunque desperdigadas, parecen estar relacionadas, apuntan a que hay probabilidades, dentro de los márgenes de lo razonable, de que la Atlántida pudiera haber estado en uno de los parajes de más belleza que salpican nuestra geografía, convirtiéndose en nuestra primera capital. Excepcional tu artículo, y agradecido y honrado por tu dedicatoria. Un fuerte abrazo.

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  2. Muy cierto, sabio amigo. Tú aportas a estas páginas mesura en el comentario... pero a mí la bilis se me revuelve al pensar de que la mínima posibilidad que nos queda de realizar algún hallazgo, en un sentido u otro... se vaya al traste por esta bazofia corrompida que nos gobierna.

    gracias por tus sabias palabras siempre, querido compañero de quimeras por cumplir.

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  3. No quiero ser aguafiestas pero los arqueologos han investigado la pista de freund y kuhne y han demostrado que ahi no hay nada. Lo de national geografic efectivamente si que se hizo por el vil metal. El romanticismo es bonito pero no esta bien enganar a la gente

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