jueves, 15 de diciembre de 2011

...QUE VAN EN SERIO.


…QUE VAN EN SERIO.

Hacía tiempo ya que estaba haciendo méritos para aparecer en este blog el Sr. Joan Rosell, Presidente de la CEOE, y por fin lo ha conseguido. Lo de ayer ha sido la última gota que ha colmado el vaso de mi casi inagotable paciencia. Lo de proponer sin el más mínimo atisbo de vergüenza, la creación de un nuevo contrato laboral de 400 € mensuales (241 € por debajo del salario mínimo interprofesional) raya la estupidez con alevosía.

Mayormente, porque sólo un estúpido es capaz de pensar que se puede sacar un hogar adelante con 400 €. Intenta tú con una nómina así pedir un préstamo, o comprar una casa, o siquiera alquilar un piso, y de emanciparte y echar a andar fuera de la tutela de tus padres, ni hablamos. Yo reto (aunque dudo que mis palabras lleguen a este cretino falto de entendederas) a sobrevivir dos meses con 800 €, para que pruebe un poco de la basura con la que pretende sacar de miseria a los 10 millones de españoles (el 22%) que viven con menos de 500 €, a los 2 millones que malviven con 300 €, o al millón y medio que ya no tiene ningún tipo de subsidio o ayuda. Cero ingresos, Sr. Rosell, maldita sanguijuela sin escrúpulos.

No me lo invento yo, son datos oficiales de la Red Europea de Lucha Contra la Pobreza. Aunque yo sé de sobra que esos datos a usted le traen al pairo, orgulloso de que ninguno de sus hijos vaya a saborear jamás uno de estos contratos repugnantes que usted propone; para eso han tenido la suerte de nacer con un papá multimillonario.

Y ya que estamos, quería rogarle encarecidamente que se limite a hacer propuestas que atañen exclusivamente a su competencia. O sea, las referentes a los asuntos de los empresarios. Y por favor, absténgase de sollozar al oído de Rajoy que hay que echar a la mitad de los funcionarios a la calle. Usted, como gran empresario que es, sólo atisba hasta la punta de su nariz y la hondura de su cartera, y su enfermizo interés por mandar al paro a miles de funcionarios no obedece al bien común. En absoluto, el lucro propio y el de las hienas carroñeras que le rodean es el sentimiento que mueve su interés, ya que se repartirán usted y sus amigotes el suculento pastel de los servicios públicos, que habrán de privatizarse irremediablemente.

Y el motivo es bien sencillo: cualquier funcionario responsable y receloso con su puesto de trabajo, sabe mejor que nadie la tremenda falta de personal que asfixia a todos los servicios públicos en España; y que muy a pesar suyo, repercute en la calidad del mismo al pueblo. Y si su mirada obtusa le permitiera ver la verdad con objetividad, vería que los funcionarios, con todas sus carencias, son los que hacen que este puñetero y desagradecido país funcione todas las mañanas y arranque como un motor bien engrasado.

No merece usted, maldito buitre representante del empresariado más rancio y podrido de Europa, que gaste más neuronas en contestar a sus exigencias absurdas al futuro Presidente del Gobierno. Entre otros motivos, porque con esbirros de la Banca como los que usted defiende, pierdo un poco la compostura y cuidada educación que aprendí del ejemplo de mi padre. Lo próximo, para obligar a los sindicatos a que se levanten de la Mesa de Negociación antes de sentarse, será exigir que queden abolidos todos los convenios colectivos, que se quite el fondo del salario mínimo interprofesional, que se eliminen sus cuotas a la Seguridad Social (que para eso ya la pagamos los funcionarios a los que usted tanto odia) o que se reduzca el número de inspectores de Hacienda (para que puedan evadir más impuestos a Gibraltar).

Lo triste es que estas sanguijuelas que empiezan a oler a sangría, no están de broma, un mucho menos. Aunque creíamos que este momento jamás llegaría, que este país reaccionaría ante lo que se avecina; los críticos como yo que vemos nítidamente cómo Europa se consume en el nuevo fascismo, no entendemos qué hace falta para que el pueblo ponga freno a este feroz y rancio capitalismo.

Lo peor de todo, es que asistimos inmóviles a la muerte de las libertades en España, y a la ignorancia de un pueblo dormido, que no se cree que estos desalmados han herido de muerte nuestra Constitución… y que van en serio.

1 comentario:

  1. el último de la fila19 de diciembre de 2011, 21:15

    y tan en serio. Pero no es que el pueblo esté dormido, está en una fase de no querer creer lo que está pasando, de que es un mal sueño, que son globos sondas las medidas que anuncian los políticos. Pero es que ... van en serio.
    El otro día en Portugal suprimieron la jornada de ocho horas, la histórica conquista del movimiento obrero conseguida por primera vez en Francia hace 90 años (fue en 1920). Van en serio, y no queremos verlo.

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