“Cuando los andaluces conozcan su auténtica historia y esencia, entonces aprenderán a exigir el respeto a nuestra personalidad, tan diferente de aquella que intentan imponernos.”
Esta maravillosa frase de un tal Blas Infante, un andaluz que murió fusilado en 1936, por defender de esta manera mi tierra, a manos del ejército de un dictador golpista y asesino, bien puede ilustrar las palabras que siguen.
D. Antonio José Bahía, profesor de la Universidad de Córdoba, es otro andaluz, otro de los últimos defensores andalusíes, que están más que indignados con el momento que nos ha tocado vivir.
Hoy quiero ceder mi blog a sus sabias y valientes palabras, llenas de rabia. Coraje, D. Antonio, no está usted solo.
Antonio José Bahia
Estoy harto. Tan harto que ya no sé si decirlo, escribirlo, gritarlo,o ponerlo con hache intercalada.
Harto de que a los andaluces se nos etiquete de vagos, sin criterio, apesebrados, subsidiados o incultos.
Harto de que se nos asocie únicamente con el flamenco, la juerga, los toros y el vino.
Harto de Loperas y musho-beti, de cuentachistes, de famosillos de tercera división, de Malayas y de Faletes.
Harto de ver en las series de televisión los papeles de criada
analfabeta o tontito con acento andaluz (¿y ningún presentador de informativo con nuestro acento?).
Harto de ver programas de zapping con el patético programa de Juan y Medio mofándose de nuestros ancianos en busca de pareja, dando la imagen de personajes grotescos.
Harto de nuestra imagen de sociedad subsidiada, cateta y sin criterio. Cansado de que se menosprecie nuestro acento.
Harto de ver andaluces que únicamente triunfan en el programa de Patricia, Gran Hermano y similares.
Harto de Jesulín, de Pozi, de Pantojas y Jurados. Harto del risitas, de Romerías del Rocío y Feria de Abril.
Harto de la duquesa de Alba (a la que hicieron hija predilecta de esta tierra, tócate los pirindolos) de su hija, de sus hijos, de su yerno y sus trajes de flamenca. Y ahora de su boda.
Harto de toreros que se lían con fulanas, del botijo y la pandereta.
Harto, cansado, hastiado, aburrido me tienen. Ojalá alguna vez los medios se acuerden de los millones de andaluces que se levantan cada mañana para levantar esto, o de nuestros padres y
abuelos que emigraron hace décadas a Suiza, Cataluña y País Vasco para trabajar donde nadie quería.
Ojalá quien habla de nuestra incultura se acuerde de Séneca,
Columela, Maimónides, Averroes, Góngora, Bécquer, Alexandre, Lorca, Juan Ramón Jiménez, Machado, Falla, Zambrano, Picasso, Velázquez, Murillo, Alberti, Carlos Cano, Gala, Luis Rojas Marcos, Sabina…
Ojalá se acuerden de que hablamos con acento andaluz abogados,
marineros, médicos, albañiles, arquitectos, investigadores de alto
nivel, camareros, taxistas, prostitutas, jueces, enfermeras,
empresarios, policías, obreros, agricultores; se acuerden de millones de personas que se parten los cuernos cada día, desde Ayamonte hasta el Cabo de Gata, millones de andaluces que siguen haciendo Andalucía más allá de Despeñaperros…
Ojalá este post lo leyera mucha, mucha gente. Ojalá diera la vuelta al mundo, aunque me temo que se quedará perdido en el inmenso océano de internet.
También podría suceder que este post se expandiera por la red, que los andaluces lo enlazaran a través de facebook, tuenti o twitter, que se difundiera por email y llegara todos los rincones del mundo, eso ya lo dejo en tus manos.
Un abrazo.
Saludos
Prof. Juan José Ruiz
Departamento de Química Física y Termodinámica Aplicada
Universidad de Córdoba
Edificio Marie Curie
Me uno al 1000 x 1000 en éste sentido y fiel a la realidad artículo. Orgulloso de ser y de haber nacido en ANDALUCIA me indigna que traten de esa manera a mi tierra, pero.....hay veces en las que parece como si nos gustara (a mi no desde luego) dar esa imagen que intentan imponernos: Ej: LOS MORANCOS, PAQUIRRINES, etc, etc.
ResponderEliminarReal como la vida misma, tus sabias palabras, mi querido compañero de viajes por los caminos contrarios al régimen impuesto.
ResponderEliminarSueño con ese día en el que un señoritingo del otro lado de Sierra Morena intente mofarse de un andaluz y se le atragante la sonrisa, contestándole con educación y cultura...así es como se dejan sentados a los botarates.
Menos chorradas en los institutos y un poco más de orgullo por lo nuestro y de política internacional. Hay que obligar a los chavales a darle a la masa gris, antes de que se formen como hombres o, por el contrario, la batalla está perdida antes de empezar.
Yo tambien soy andaluz, y estoy orgulloso de serlo. Y comparto el sentimiento de "jartura" que expones en el artículo. Esa impresión de que se nos asocie con incultos, vagos, graciocillos, fiesteros, vagos, y demás tópicos típicos, no solo la reflejamos hacia el exterior, sino que muchos de entre nosotros los andaluces, parece que ya la tenemos arraigada y no nos rebelamos.
ResponderEliminarAunque sea sin la ayuda de nuestros gobernantes, que parece que la potencian. No solo existen en Andalucia los niños y los viejos de Juan y Medio, los mangantes de los ERE´s falsos, o Marbella, etc... Hay que potenciar y divulgar el conocimiento de tantos y tantos creadores, pensadores y mentes privilegiadas que tuvieron el honor de nacer en esta preciosa tierra, y reivindicar el orgullo de ser ANDALUZ. Por cierto hecho de menos en la relación del profesor a otro de su misma profesión, quizás el personaje andaluz contemporaneo más importante Don Julio Anguita. Saludos Sr. Fontenla.
¿Me permites que le de difusión por correo a tu post? Eso sí, dejando siempre constancia de la fuente y el autor.
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