jueves, 8 de septiembre de 2011

TRAIDORES

Por EL ÚLTIMO DEFENSOR ANDALUSÍ, cada vez más indignado.
 
Eso es lo que son quienes deciden nuestros destinos, ni más ni menos. ¿Cuánto tiempo tardará el pueblo español en quitarse la venda de los ojos? ¿Qué hace falta en este santo país para que la gente, tenga la ideología política que tenga, sea crítica de una vez con esos botarates sin escrúpulos que nos gobiernan o están locos por gobernarnos? ¿Qué es necesario? ¿Qué la Policía Nacional reparta palos a mansalva a aquél que se atreva a cuestionar este injusto sistema? Ya lo ha hecho, y con saña, como en los tiempos no tan lejanos de cierto dictador amigo de Hitler y Mussolini. ¿Qué desprestigien a los que han liderado el Movimiento 15M, presentándolos como una banda de hippies maleantes anti-sistema? Ya lo han hecho, a través de la radio y la televisión. ¿O es que ahora va a resultar que las cadenas que nos lavan a diario el cerebro con Belén Esteban y su séquito de sanguijuelas de la prensa amarilla, están en manos de un albañil o un escayolista? Los que manejan la pasta, controlan la información.

Sólo hacía falta un 10% de los Diputados del Congreso, para presentar una petición a la Cámara de un referéndum para que el pueblo español decida si quiere que se modifique la Constitución, según el artículo 167.3 de la misma… ¿Hay en el Congreso algún político que tenga la humildad de devolver al pueblo de este país el favor que le hizo al plantarlo ahí con sus votos? ¿Cuántos habrá con vergüenza para reconocer que son una casta de privilegiados, que se supone que nos representan, y que nos deben una?

Los nacionalistas han perdido las botas solicitando la autodeterminación. Seguro que eso es lo que preocupa a un catalán o un vasco que lleva dos años parado, sin subsidio y presentándose todos los días a la mesa de su hogar con las manos vacías, y la autoestima por los suelos. Políticos megalómanos, traidores a los millones de votos que les otorgaron sus sueldazos, a cambio de que defendieran sus derechos constitucionales. Vendedores de humo, que patalean como niños llorones, incapaces de anteponer el prioritario problema de su pueblo al de su exclusivo interés, el de mantener su carísimo sillón.

Ya no se sabe cuál es de derechas o de izquierdas, ¿y sabéis por qué? Por que gane quien gane las elecciones, “ellos” mandan. No, no Rajoy o Rubalcaba, no; sino los que financian sus carreras políticas y sus repugnantemente caras campañas, los que realmente mueven los hilos del poder. Ahora se ocultan detrás de nombres surrealistas, como el FMI, los Mercados, los Inversores (que están la mar de nerviosos), el Banco Central Europeo, BANCO SANTANDER, BBVA, BANESTO, ENDESA, IBERDROLA, SONY, FORD, WOLKSWAGEN, RENAULT, PEUGEOT, TELEFÓNICA y tantos otros monstruos que se resumen en una sola palabra: CAPITALISMO.
 
Ellos son los que tienen la sartén por el mango, los que quitan y ponen gobiernos y los hipotecan a países enteros en rescates que pagarán nuestros tataranietos. Se han puesto nerviosos, porque la crisis que su especulación ha creado es de una factura tan descomunal, que no están dispuesto a pagarla ellos. Claro está, para eso estamos nosotros, el pueblo, el que siempre ha pagado, desde que el hombre es hombre.
 
En muy contadas ocasiones el pueblo ha tomado las riendas de su destino. En Islandia hace menos de un año, sin ir más lejos. Por cierto, jamás la noticia de una revolución duró menos en televisión… y eso que sucedió en Europa. Sí, porque la movilización popular le costó el sueldo al Gobierno, a todos los Diputados del Congreso (excepto a los 20 más veteranos), se puso en búsqueda y captura de la INTERPOL a los banqueros que sumieron al país en la crisis, se ha denegado en referéndum el pago de deuda exterior a Gran Bretaña y se está reformando la Constitución, pero con su debido tiempo.
 
¿Por qué tanta prisa? ¿Por qué les da tanto miedo a nuestros políticos darnos la facultad de opinar? Se está decidiendo nuestro futuro, españoles tanto de derechas, como de izquierdas o de centro. No se va a modificar para ratificar que el trabajo, un hogar digno, la pensión que hemos pagado durante nuestra vida, la sanidad o la educación públicas de nuestros hijos son derechos constitucionales que costaron siglos y sangre.
 
No, estos TRAIDORES al pueblo que les votó han modificado la Constitución para aprobar el límite al déficit público. O sea, que este techo de gasto público, podrá sacrificar el resto de derechos constitucionales de todos nosotros. El Estado de Bienestar Social, nuestra pensión, contratos de empleo vergonzosos que nos hacen esclavos, vivienda social, sanidad, educación… todo será sacrificable para reducir el déficit. Eso sí, a los que de verdad tienen la pasta, a los que siempre la han tenido, a los que nos metieron en esta crisis, ni un euro.

TRAIDORES, PARÁSITOS. ESTOS GOLFOS SÁDICOS NO NOS REPRESENTAN Y NO HACEN UNA FUNCIÓN PÚBLICA.

Pase lo que pase, ellos ya serán recompensados cuando dejen sus carreras políticas y pasen a ocupar un despacho del tamaño de un campo de fútbol, para que puedan tocarse bien los cascabeles, engordando como cerdos y amasando fortunas vergonzosas, mientras su pueblo se desangra. Ya se ocupará ENDESA, TELEFÓNICA, o cualquier monstruosa empresa de otorgarles su premio a los servicios prestados en bien del IMPERIO (el de la pela). Aznar, Felipe González, Rodrigo Rato, Piqué, Zaplana, Almunia, Solana y tantos otros, y dentro de poco, ZP. Todos los que se sometan a los designios del LADO OSCURO, se convertirán en una vaca sagrada más, y se lavará el cerebro a la población, para que se olvide cuanto antes las despiadadas leyes que aprobaron durante sus mandatos. UNA LECHE.

Sólo olvida el que quiere olvidar y someterse a la pleitesía de los nuevos señores feudales. Cada vez confío menos en esta repugnante clase política. Si los MERCADOS deciden la política a seguir, ¿para qué necesitamos votar a estos impresentables que no siguen ideología alguna? Lo único que me impulsa a luchar es la esperanza en un líder, en un político independiente y progresista que se rebele contra este asqueroso sistema que hace que el 90% de la riqueza de este mundo esté en manos del 5% de su población. Ese rebelde, ese idealista al que tacharán de utópico, será el que se gane mi apoyo. ¿Qué le voy a hacer? Tengo el incorregible defecto de defender siempre lo público, el bien común, al trabajador. Soy hijo de un trabajador que se partió la espalda para sacar su familia adelante, al igual que su padre, y sus ancestros, y mucho tiene que cambiar mi vida para que yo defienda este sistema corrupto, podrido, injusto y de capitalismo salvaje. “¡No quiero, no me da la gana aceptar que otros decidan lo que debo pensar!”. Esta maravillosa frase es de D. Julio Anguita, el único diputado español que ha rechazado su pensión vitalicia de congresista, en la historia de la democracia. Es un pequeño gesto, pero dice mucho del resto.

Al-Zagal, el último andalusí.

1 comentario:

  1. Juanma, felicidades por tu blog! Veo que estás como "chiquillo con zapatos nuevos" !! Después de leer atentamente tus publicaciones, creo que te has quedado corto en el título...te veo más bien como "el último defensor planetario" ! jajajaja. Muy bien, muy bien, veo muchas ideas y sobre todo mucha energía (eso sí, intenta siempre quedarte en el "lado claro" de la fuerza !!!). Un abrazo !! Alvaro

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