AMNISTÍA FISCAL

Quiero formular una pregunta a los que me leen hoy. ¿Alguna vez su banco, su compañía de telefonía, de suministro eléctrico o de agua, Hacienda, su Ayuntamiento, la Seguridad Social o la DGT, le ha perdonado un solo céntimo de una deuda, multa o sanción?

Bien, como creo que la respuesta habrá sido “NO”, quiero proponer una alternativa a la nueva Ley de Amnistía para Defraudadores.  Supongo que estará de acuerdo conmigo, en que un desvergonzado visitante de paraísos fiscales, no puede irse de rositas simplemente pagando un millón de euros de impuestos, mientras blanquea 9 millones. Es sencillamente una burla a la inteligencia de millones de sufridos contribuyentes españoles, presentar a estos chorizos como responsables ciudadanos, con el mismo grado de honor que cualquiera que pague sus impuestos.

Es más, quiero hacer una propuesta a favor de una nueva Ley en este sentido, y que le den con un ejemplar de la misma en la boca a nuestro ministro Montoro, por pensar que los españoles son imbéciles y vasallos de sus amigos banqueros y empresarios.

MI PROPUESTA:

Sr. Defraudador, dada la extrema gravedad económica por la que atraviesa España, tiene usted un año, ni un día más, para ponerse al día con la Hacienda Pública.

Transcurrido este periodo, y con carácter retroactivo, cualquier fraude detectado superior a 100.000 euros, será castigado con el correspondiente embargo de sus bienes y con penas de 10 a 20 años de prisión de cumplimiento íntegro.

Al inspector de Hacienda y su equipo de colaboradores que lleven ante la Justicia el caso, con resultado favorable al Estado, se les gratificará con el 1% de la cantidad recuperada.

Sinceramente, ¿cuál de las dos leyes le gusta más al que me lee, la de Montoro, o la propuesta de un servidor? ¿Premiamos con el blanqueo legal de su dinero a los rateros que defraudan 85.000 millones de euros al año (cifras oficiales del Manifiesto de Inspectores de Hacienda, en el Congreso de Cádiz de diciembre de 2011), o se les castiga como a los delincuentes que son?