LUMBRERAS (III)

LUMBRERAS (III)

Por Derecho propio se ha ganado nuestro Ministro de Educación, el figurar en los escalones superiores de este ranking. No obstante, el hombre que dirigirá el destino de la educación de nuestros hijos durante los próximos tres años y medio, ha dejado para la posteridad perlas como:

“Yo creo que en España sobran cerca de 20.000 maestros y profesoras”.

El vocablo maestro deriva del latín magister, y éste a su vez en el adjetivo magis, que significa “más o más que”. Según esto el magister sería alguien que destaca por encima de los demás por conocimiento  o habilidad. Por ejemplo, en la Antigua Roma, el Magister Equitum era el Jefe de Caballería, o el Magister Militum era el Jefe Militar.

El vocablo ministro deriva del latín minister, y éste del adjetivo minus, que significa “menos o menos que”. En Roma el minister era el subordinado o sirviente, que apenas tenía conocimientos o habilidades.

La sabiduría del latín nos explica por qué cualquiera puede ser ministro, pero no puede llegar a ser maestro. Así que, Sr. Wert, no ofende el que quiere sino el que puede…y usted no puede.

Este “lumbreras”, que a golpe de hacha está enderezando la Educación de mi país, está haciendo bien el trabajo que se le encomendó: mandar al paro a miles de profesores, hacinar a nuestros hijos en aulas que muy pronto parecerán las de Calcuta, y deteriorar al máximo una Educación Pública como jamás habían imaginado nuestros abuelos.

“El mayor peligro de los poderosos, es un pueblo culto”. Esta máxima les quita el sueño a Rajoy y sus ministros, a sus amigos banqueros y empresarios, a esa gran FAMILIA que es el PODER.

Cuando el pueblo español esté convencido de que la EDUCACIÓN es un derecho, no un privilegio, ni un negocio con el que enriquecerse esas grandes corporaciones educativas, casi todas vinculadas con la IGLESIA CATÓLICA.  Cuando los españoles comprendan de una vez que la EDUCACIÓN no es un gasto, sino una inversión de futuro, tal vez llegue el día en que apoyen a los profesores y estudiantes en sus movilizaciones.

Mariano Rajoy está destripando las entrañas de la EDUCACIÓN PÚBLICA de España, a través de su matarife, José Ignacio Wert. Y sus secuaces en las comunidades autónomas en las que gobiernan los suyos, o le van a la zaga. Esperanza Aguirre ha recortado en 2011 y 2012, 80 millones de euros en Educación Pública de Madrid. Ha mandado al paro a 5.500 profesores y ha reducido un 12% la plantilla en los colegios públicos. No hay dinero…para esto, claro, porque su presupuesto para 2012 es de 90 millones de euros más a la educación Privada y Concertada. Ella por sí sola, ilustra bien la política del Partido Popular en las comunidades en las que gobierna. Un desastre nacional, del que sólo nos daremos cuenta dentro de 10 años, cuando el nivel académico de nuestros hijos y nietos baje hasta niveles de la época de la dictadura de Franco.

Yo, que soy un auténtico palurdo en cuestiones económicas, le voy a enseñar otro tipo de política de RECORTES, Sr. Ministro Wert. Y le aseguro que las cuentas cuadran.

¿Sabe usted a lo que equivalen los 23.500 millones de euros que su jefe le va “inyectar” a Bankia de Dinero Público?

A aumentar 18,5 veces el programa nacional de becas, a incrementar en un 280% el gasto en SANIDAD Y EDUCACIÓN para 2012, a cubrir 4 años del presupuesto de Investigación y Desarrollo, o a incrementar 167 veces las ayudas a las PYMES (ésas que van a levantar este país, con nuestros hoy estudiantes).

El presupuesto del Gobierno de España y de las comunidades gobernadas por el PP y CiU, para la Educación Privada y Concertada, se ha incrementado más que el recortado a la Educación Pública. Así que las cuentas son exactas, querido “lumbreras”. Cuando los buenos tiempos vuelvan a florecer, volveremos a subvencionar a estas grandes corporaciones y las órdenes eclesiásticas.

Mientras tanto, ni un solo euro público a la Educación Privada y Concertada. El que desee que sus hijos estudien en colegios e institutos y universidades privadas o con “valores” católicos, que se lo pague. Mientras tanto, su deber es mejorar la Educación Pública de España, un estado laico y aconfesional. Así de claro.

Lea más, Don Ignacio, busque el origen en latín de su cargo de ministro, y conseguirá un poco de humildad de la que está tan falto.