COMPAÑEROS

En los malos momentos, cuando la cosa se pone difícil, es cuando salen a relucir los auténticos compañeros, los que ya han pasado a otro escalón en tus valores. Han pasado a ser amigos, o a parecérsele mucho. En los tiempos de sombra que están por llegar, se verá quién merece mirarme a los ojos y quién tendrá que agachar su mirada, porque su colaboracionismo o su pasividad han dado fuerzas a los que amenazan nuestro futuro.

Ruego a quien decida mi destino, que aquel que esté a mi lado esté dispuesto a dar por mí lo mismo que yo estoy dispuesto a sacrificar por él. Sólo con este compromiso, tenemos una oportunidad de vencer a los criminales sin sentimientos que se sientan en los sillones del poder. Sólo con esta fe en que tenemos la razón, y en que luchamos por un servicio público a nuestra ciudad, seremos capaces de doblegar la cruel voluntad de los que quieren arrebatarnos nuestros derechos constitucionales. Ah, esa molesta CONSTITUCIÓN que amarra tanto sus ansias de enriquecerse a costa del pueblo.

Un compañero verdadero es aquél que está dispuesto a dar lo mismo que tú estás a punto de perder, porque su pérdida es también la tuya. El vídeo del encabezamiento, aunque no comparta demasiado mi gusto por la tauromaquia, bien ilustra mis palabras. Dar sin reservas, aunque lo que se te viene encima sea imparable. Lo que tú proteges con tu cuerpo, es tu compañero, tu amigo, porque sabes que él haría lo mismo por ti.