SED FELICES CON LO QUE TENÉIS.

Este artículo está dedicado a George Carlin, un famoso humorista estadounidense que ha tenido el valor de denunciar públicamente en televisión el peligro claro en el que se haya la democracia de su país. Y eso, en EE.UU., hay que tener un par para afrontar las consecuencias posteriores.

Sed felices con lo que tenéis, porque los dueños de este país quieren que este sistema siga así. Olvidaos de los políticos, porque me refiero a los auténticos dueños, a los que pagan sus carreras y recomiendan para puestos de responsabilidad en el Estado, a los que pagan sus nóminas en "B". Son señalados con el dedo divino de los que mueven los hilos del poder, para que pienses que tienes la libertad de elegirlos. Ilusos. Lo siento, pero esa libertad no es vuestra, está trucada.

Los DUEÑOS han conseguido la fórmula perfecta: el bipartidismo, la alternancia en el poder. Sólo necesitan comprar a los congresistas de las dos fuerzas políticas mayoritarias y este país es suyo. Controlan las tierras productivas, su explotación y distribución, y controlan el motor de esta nación: el turismo. Los congresistas, parlamentarios y senadores no son más que peones en un tablero de ajedrez, SU tablero de ajedrez. Son los DUEÑOS de jueces influyentes, de los medios, controlan la información que recibes, todo se filtra gota a gota, según sus designios.

Gastan cientos de millones de euros al año haciendo "lobby", metiendo el miedo en el cuerpo a la población: "Conformaos con lo que tenéis, porque podéis perderlo todo".

Ya han puesto las cartas sobre la mesa, ya sabemos lo que quieren: MÁS PARA ELLOS Y MENOS PARA LA MAYORÍA. Y también han dejado claro lo que no quieren: UNA POBLACIÓN DE CIUDADANOS, CAPACES DE PENSAR CRÍTICAMENTE.

No quieren gente informada, educada y con pensamiento crítico. No quieren a un pueblo culto e inteligente, que cuestionen cuáles son sus intereses y no los de los DUEÑOS de este sistema corrupto, injusto y cruel. Quieren trabajadores obedientes, suficientemente capacitados para controlar las máquinas y hacer el trabajo administrativo... y lo suficientemente estúpidos y asustados para aceptar como zombis más horas de trabajo, menos dinero, olvidarse de las vacaciones y las horas extra pagadas, o esa pensión que has pagado durante toda tu vida.

Quieren quedarse hasta con tu miserable pensión, con tu seguridad social y hacerte pagar otra vez por algo que se te ha descontado de tu nómina desde tu primer día de trabajo.

Quieren SU dinero de vuelta, para repartírselo con sus amigotes de Wall Street, o del Banco Santander, BBVA, ENDESA, TELEFONICA... rémoras del sistema. ¿Y sabéis qué? Lo tendrán, tarde o temprano, porque son los dueños de todo este maldito lugar. Son un GRAN CLUB y tú no estás en él, ni yo, por supuesto. Esta partida de póker está amañada. Gane quien gane, tú pierdes. Y a nadie parece importarle, que es lo peor. La población está engullida por el sistema. Los trabajadores, hombres y mujeres de este país, la gente honesta, piensan que ejercen su libertad votando a unos líderes de un sistema bipartidista, y no perciben que ya están en nómina de los DUEÑOS AUTÉNTICOS. Desde hace un año, nos bombardean a diario con lo jodido que está este planeta, con lo inútil que es la lucha del pueblo contra unos gobernantes corruptos que nos han llevado a este desastre económico mundial. Todos los días desayunamos, almorzamos y cenamos con la policía griega repartiendo palos a los griegos, que después de 17 huelgas generales no se han enterado de que las decisiones de su país las toma una señora alemana con forma de bloque de granito y muy mala leche. La gente desesperada es lo que tiene, que les da igual de todo. Total, más no pueden perder...

Pero ni un minuto de la revolución de Islandia en televisión, ni pública ni privada. A los DUEÑOS no les interesa que el pueblo desesperado tenga ejemplos de que en ocasiones, la movilización de la gente honesta triunfa sobre el GRAN CLUB.

Sólo nosotros mismos podemos cambiar esto. Todos unidos, y preferentemente en paz. Sólo la movilización de millones de votantes cabreados hará tambalear los lujosos sillones del Congreso de estos golfos, de estos auténticos buitres carroñeros.